viernes, 20 de enero de 2017

La Virgen de la medalla milagrosa



virgen de la medalla
Virgen de la medalla

La Santa Iglesia ha fomentado, bendecido e indulgenciado innumerables veces la piadosa práctica de llevar colgada del cuello alguna medalla en honor de María

Entre las que ha prevalecido se encuentra la llamada Milagrosa, que la Caridad, Santa Catalina Labouré, y a la que va aneja la hermosa jaculatoria: ¡Oh María, sin pecado concebida! Rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Oración

Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.