¡Oh
glorioso San Miguel! Príncipe de los ángeles fieles al Señor, astro de
primerísima magnitud entre los Espíritus angélicos, altísimo Arcángel elegido
como figura principal entre los que sirven al trono de Dios y escogido para hacer cumplir su designios.
San
Miguel victorioso, caballero de la Inmaculada Virgen María y portador de su
estandarte, general de los ejércitos angélicos, guerrero justo y fiel que
luchaste contra el soberbio Príncipe de las Tinieblas y venciste, y desterraste
a los infiernos: se nuestro defensor ante el enemigo, ayúdanos a salir
victoriosos de sus ataques, protégenos con tu espada, corta cualquier
influencia negativa,... detén los ataques del mal, aleja todo aquello que nos
pueda perjudicar, muy especialmente solicito tu ayuda para:
(Hacer
la petición)
San
Miguel Arcángel, dotado de amor compasivo hacia los hombres, ciñe tu armadura a
nuestro cuerpo y nuestra alma para que nada ni nadie maligno la pueda
traspasar, para que nos preserve y nos ampare en todo momento.
San
Miguel protector, extiende tus alas sobre nosotros, haz que sepamos imitar tus
virtudes, especialmente tu fidelidad y celo por la gloria de Dios, haz que
prevalezca nuestra fe en Él que protegidos y amparados con tu fuerza y
humildad, con tu gran confianza y tú poder, cuando salgamos de esta vida
terrenal seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante Dios
misericordioso.
En
nombre del Padre, en nombre del Hijo y en nombre del Espíritu Santo.
Amén.